Quo vadis zoos?

Focas zoo DC

La libertad es generalmente un beneficio de los animales sintientes, lo que les permite hacer lo que ellos quieren y necesiten.
David de Grazia

 

Los zoológicos y lo que, literalmente, encierran son estructuras complejas, diseñadas exclusivamente para satisfacer el antropocentrismo Desde un punto de vista ético, se reconoce como el planteamiento que los intereses humanos están por sobre cualquier otra consideración. De modo que la condición de bienestar de la naturaleza humana, son los únicos principios de juicio según los cuales se deben evaluar los seres vivos, es decir cualquier preocupación moral por cualquier otro ser, debe ser subordinada al interés de los humanos.. Desde el primer establecimiento, creado hace más de 5.500 años hasta nuestros días, su objetivo principal no ha cambiado mucho. Continúan siendo lugares de encierro de especies que ancestralmente se han desarrollado lejos de los lugares de exhibición y en condiciones muy diferentes a la vida que son obligados a llevar.

En pleno siglo XXI su existencia no puede ser considerada más que una falacia que explica la carencia  al reconocimiento básico a la vida y a la libertad, que tanto defienden los humanos y que prohíben inexorablemente a las otras especies.

Definidos como los lugares donde los “humanos toman contacto con la naturaleza no urbana”, autoreconocidos como espacios envueltos en la conservación de la fauna y orientados a tres objetivos básicos que son la conservación, la educación especialmente de los infantes de animales humanos, en algunos casos como base para la investigación y paradójicamente en la conservación de especies.  Se estima que anualmente unos 700.000.000 de humanos los visitan en todo el mundo.

Recorriendo los miles de zoológicos del mundo, no más de cuarenta incluyen en los objetivos hacia sus rehenes, el desarrollo de la cogniciónEn sentido general, se refiere a los cambios en los cuales los no humanos retienen procesos y actúan según la información tomada en y a través de los sentidos e incluye los procesos de percepción, aprendizaje, memoria y resolución de problemas. y la emociónSe entiende como el complejo set de interacciones entre factores objetivos y subjetivos, medidos por sistemas hormonales/neurales los cuales pueden: i) otorgar experiencias afectivas como el despertar de los sentimientos; ii) el placer y el displacer; iii) generar procesos cognitivos como los efectos perceptuales de la emocionalidad. Se divide en dos componentes, la experiencia consciente y el proceso cognitivo de comportamiento fisiológico que explicita el estado emocional. y en la enorme mayoría se verifica el uso de las palabras “el animal” o “animal” para referirse a ellos.  A un lector distraído el uso de ese concepto podría no tener mayor importancia, sin embargo representa el fondo de la visión especista, que los considera cosas encerradas para la diversión de los humanos y una manifiesta carencia de asociarlos a seres sintientes, cognitivos y emocionales. Ese sin duda es el quid del asunto.

Jirafas Zoo DCLos zoológicos son entretenidos para los animales humanos, en un principio creados en la idea de llevar a los centros urbanos los animales no humanos que viven en estado feral, con el propósito de exhibirlos y luego fomentando la morbosidad, mostrándolos como seres sin inteligencia, que actúan, siguiendo a Karl Lorenz por instinto y hábito y en consecuencia, mostrándolos como cosas divertidas como aquellas focas que son “adiestradas” según los principios del condicionamiento operante, mecanizadas en desarrollar humillantes piruetas para recibir el premio de un pescado y divirtiendo a los humanos a quienes la esclavitud  y la consecuente explotación del animal no humano, lo encuentran digno de un aplauso y especialmente divertido para los niños, lo cual sirve en el proceso de formación antropocéntrica de los infantes, que reproducirán generación tras generación.

Otro “adiestramiento” los muestra salvajes, brutales, como aquellos leones agotados de hacer estupideces para elevar la morbosidad y generar el inconsciente de la maldad de los animales no humanos que, en consecuencia, nos abre moralmente a la idea que asesinarlos es lo mejor que se puede hacer, exacerbando la más básica de las emociones de todos los animales (incluyendo la de los humanos) que es el miedo.

Los zoológicos, cualquiera que sea la cara que exhiban, son centros de concentración al servicio del antropocentrismo y quizás la más expresiva representación del especismo Término acuñado por Richard D. Ryder y que se refiere a la discriminación contra aquellos que no están clasificados como pertenecientes a una o más especies. Oscar Horta, la entiende como la injustificada y desventajosa consideración del trato a aquellos que no son clasificados como pertenecientes a una u otra especie en particular..

Los zoológicos están anquilosados en el pasado de las sociedades humanas, parientes muy cercanos del racismo, la esclavitud y particularmente de la inmoralidad de sentir que los animales no humanos, tienen derechos adquiridos sobre los otros animales que habitan la tierra.

Pertenecen a ese tipo de instituciones que, a pesar que las sociedades humanas progresan y perciben su relación con los animales humanos de una forma diferente, aún se mantienen intentando mostrar un rol ligado al pasado del cautiverio, la explotación, el comercio, disfrazado de organizaciones que dedican parte importante de su actividad al “bienestar” de sus huéspedes.

Existen diferentes tipos de zoológicos, sin embargo la mayoría de ellos (por no decir todos) son espacios destinados a la concentración de animales no humanos a los cuales nadie les preguntó si preferían cambiar su vida silvestre por permanecer encerrados el resto de su vida, en espacios que para nada les recuerdan su entorno, sus relaciones intraespecíficasRelación intraespecífica. Interacción entre dos o más individuos pertenecientes a una misma especie. y la necesaria expresión que surge de la vida en libertad.

Los animales no humanos en estos centros carecen de lo esencial de la vida, que sí la gozan, al menos, una gran parte de los animales humanos.

Los zoológicos son en consecuencia, espacios de concentración donde los huéspedes han sido asociados a una vida extraña, caracterizada por el encierro involuntario, el ocio, la ruptura con sus congéneres, la frustración de su cognición, sus emociones, del desarrollo de su inteligencia y la imposibilidad de pertenecer a un grupo social donde desarrollar sus capacidades cognitivas, emocionales y neuroafectivas.

A cambio de lo anterior, el encierro en espacios extraños aumenta los síndromes de comportamiento al punto de perder su interés por la vida producto de la enorme desmotivación debido al encierro a que son obligados y sin más expectativas que ser comercializados a otro centro de concentración o la muerte en cualquiera de las formas en que se manifiesta dentro de los centros de reclusión.

El-dilema-de-los-zoosSi bien, durante los años del reinado del especismo, los zoológicos nunca fueron cuestionados y eran observados como lugares donde la expresión antropocentrista se sentía extraordinariamente cómoda y aceptada, siguiendo a Tom Regan, donde la moral universal gira alrededor de los humanos, sus deseos, necesidades y objetivos, hoy en día principalmente la ética, la etología cognitiva y los defensores de los derechos de los animales no humanos han abierto un importante espacio de discusión acerca de su existencia, la de sus huéspedes y el paño de fondo acerca de cuál deberá ser la relación de los humanos con los no humanos que sobrevivan al brutal genocidio al que están siendo sometidos y que ha reducido su presencia en la tierra en más de un 58% sólo en los últimos diez años.

El presente y futuro de los zoológicos ha ingresado a la discusión de los temas complejos de la sociedad, en un terreno con pocas expectativas para los huéspedes. Vivimos la era denominada Antropocena, caracterizada por la destrucción del habitat de humanos y no humanos. Por primera vez la acción antrópica y no la acción del universo, está destruyendo masivamente nuestro entorno y consecuentemente los animales no humanos, no tienen expectativa de sobrevivencia. El 99% de las especies que han poblado la tierra en los últimos 4 billones de años, ha desaparecido. Los humanos estamos acabando con el entorno a  tasas superiores al 1000% de lo que históricamente ha ocurrido con los grandes desastres naturales y antes del fin del siglo esa tasa será superior al 10.000%.

Los zoológicos, como las corridas de toros  y la totalidad de las expresiones que impliquen la tortura, la privación de libertad y de la cognición en todas sus expresiones, como los deportes antropocentristas practicados con individuos a quienes nadie les ha preguntado si quieren vivir en el entorno de tortura que implica, deben desaparecer.

Sin embargo como las instituciones humanas se mueven a un ritmo exasperadamente lento, es probable que a pesar de la gradualidad del cambio, varias generaciones de animales humanos y no humanos deberán pasar, antes que el proceso se complete irreversiblemente.

Los habitantes de los zoológicos son parte de un mundo ancho y ajeno, variado y peligroso, víctimas del comercio de especies, de los cazadores furtivos, de la destrucción de grupos sociales, del exterminio, del aniquilamiento hasta su fin como los elefantes y los rinocerontes, asesinados brutalmente para comercializar sus colmillos, los tigres asiáticos cuyos huesos son utilizados para el “tratamiento” de la artrosis,  de las sanguinarias capturas como el referente de Taiji donde en un extenso periodo del año se cazan brutalmente a los delfines para venderlos a los zoológicos y a “adiestradores” de acuarios y centros de diversión de los humanos, de los asesinatos de las madres para capturar a sus hijos y luego comercializarlos con el sólo propósito de alimentar el antropocentrismo.

Sin duda los zoológicos, independiente de la cara que quieran mostrar al visitante, a los niños que los visitan y que en forma de educación, reciben mensajes con un marcado carácter antropocentrista, especista y sin duda inmoral, son parte de una millonaria transnacional de intercambio, captura, comercio furtivo, aniquilamiento de especies, compra y venta de individuos, infantes y adultos desarraigados de sus emociones, de la compañía de su grupo social, de sus estrechas relaciones familiares, perseguidos y exterminados con el solo propósito de alimentar el brutal comercio internacional de miles de millones de dólares destinados a financiar grupos guerrilleros en Africa, comercio ilegal en ultramar, empresas en países desarrollados y especialmente la muerte donde el dedo del comercio de animales no humanos pone su señal.

Nuestro proyecto el Dilema de los zoos, está orientado a analizar en profundidad el tema de estos establecimientos, sus huéspedes, sus formas de vida en cautiverio, pero lo que consideramos más importante es generar un amplio espacio de discusión que permita crear una nueva visión que oriente hacia un área donde los animales no humanos puedan vivir en paz y libertad, como todo ser vivo lo merece.

 

1 Comment

  1. Los santuarios podrían ser una solución a los zoos, dado que en los parques nacionales, especialmente de Africa, existe un exceso de población, un muy bajo control sobre quienes ingresan y una presión cada vez mayor sobre el espacio. Sin embargo los santuarios tienen un costo de mantenimiento excesivo y con dificultades importantes como la poca diversidad genética que pueda existir entre los huéspedes, que igualmente produciría un proceso de degradación genética de la población. Qué se hace entonces?

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