Semper Fides es una organización sin fines de lucro orientada a analizar el entorno en un ambiente de antropoceno y particularmente el impacto en la vida sobreviviente, en un escenario de creciente intervención antropocéntrica que ha debilitado seriamente el equilibrio, que permitía la continuidad al planeta.

A través de la integración interespecífica (IIE) propone respuestas relativas a la asociación del humano con el ambiente basándose en una relación ética, respetuosa de los derechos de los animales no humanos, proponiendo los mecanismos que permitan la extinción del antropocentrismo y especismo.

Principios éticos

La vida en la tierra no es propiedad de los animales no humanos. Entendemos al entorno como un espacio libre donde todos los seres vivos tienen el derecho a habitarlo sin ser intervenido irracionalmente y sin la explotación y exterminio al cual han sido sometidas la gran mayoría de las especies vivas, por una cultura antropocentrista que ha quebrado inexorablemente el equilibrio.

Los animales no humanos son sin duda, seres dotados de consciousness, quienes al igual que los animales humanos tienen emociones, son afectivos, emocionales y particularmente cognitivos.  Existe abundante evidencia científica que demuestra, sin duda alguna, que los ANH perciben la vida y la muerte, la felicidad y la tristeza, tienen semejantes emociones a los humanos, desarrollan su inteligencia y son vitales para el sostenimiento del equilibrio natural.  Ningún animal no humano y ningún vegetal es redundante en la tierra, todos ellos son vitales.

Desde esta perspectiva nuestra visión es que no están disponibles para su explotación en cualquiera de sus formas ni a ser sometidos al exterminio solo con el propósito de satisfacer las adicciones neurológicas de los humanos.

Como se ha demostrado particularmente en el último tiempo, la brutal explotación antrópica ha comenzado a producir efectos destructivos en el medio y en la inestable capacidad de la continuidad de la vida, especialmente de los humanos. Centenas de miles de ellos están muriendo como consecuencia de la adicción antropocéntrica, caracterizada por una tremenda ignorancia y ausencia de ética acerca de los principios que rigen la vida en la tierra.

En consecuencia nuestra proposición es que la continuidad de las especies animales y vegetales en la tierra tiene un requisito sine qua non y es terminar con el antropocentrismo en todas sus formas y producir los principios y herramientas que permitan recuperar parte del entorno y explorar nuevas formas de comportamiento basados en el respeto y en los derechos que cada ser vivo debe tener, antes que sea demasiado tarde.